El 1 de septiembre de 1931 en el Hospital Nacional Homeopático, ubicado en la Ciudad de México nace Gabriel Siria Levario, mejor conocido como Javier Solís.

Fue el primero de los tres hijos del matrimonio formado por Francisco Siria Mora, de oficio panadero, y Juana Levario Plata, comerciantes, quienes lo bautizaron como Gabriel Siria Levario.

Logró estudiar hasta el quinto grado de educación primaria en escuelas ubicadas en el barrio de Tacubaya, donde nació y creció. En las escuelas de Tacubaya comenzaron a desarrollarse sus inquietudes artísticas, pues solía participar como cantante en los festivales escolares.

Sin embargo, siguió interesado en cantar. Comenzó a presentarse en lugares públicos. Su primera oportunidad se la ofreció Manuel Garay, administrador del Teatro Salón Obrero. Ahí se puso como nombre artístico Javier Luquín.

Continuó trabajando en carnicerías, y el propietario de una de ellas, David Lara Ríos, al descubrir las habilidades del joven intérprete, decidió pagarle clases de canto con el maestro Noé Quintero, quien había sido maestro de vocalización de cantantes reconocidos para la época.

Hacia 1950 grabó sus primeras creaciones: Punto negro, Tómate esa copa, Virgen de barro y Te voy a dar mi corazón, producidas, con el Trío Los Galantes, en un estudio de grabación para aficionados y que pertenecía a la sala de cine Cinelandia de la Ciudad de México.

En 1959, en su primera en Estados Unidos, la disquera preparó un álbum de valses de origen mexicano, mismo que no sería con mariachi sino con una banda sinfónica de músicos mexicanos y estadounidenses con arreglo y dirección del músico Fernando Zenaido Maldonado.

En el año 1960, inicia una nueva gira por Estados Unidos, emprendió un grabando boleros con acompañamiento de orquesta, dirigida por el músico estadounidense Chuck Anderson. Este álbum fue denominado Javier Solís en Nueva York.

En 1962 y 1963 graba dos de sus discos más célebres: Fantasía Española y Trópico, con canciones de Agustín Lara.

En 1966, Solís emprendió un nuevo proyecto grabando algunas de las canciones más conocidas de los compositores, Rafael Hernández y Pedro Flores. Sin embargo, debido a sus padecimientos de salud, sólo alcanzó a poner la voz a seis canciones, aunque llegó a terminar su otro álbum Javier Solís Con Orquesta.